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Hacer el trekking al Mt. Rinjani no es solo un viaje; es una prueba de voluntad, trabajo en equipo y perseverancia. Para un grupo diverso de trekkers liderados por los guías experimentados de Joe Trekking, el ascenso fue una mezcla de belleza, agotamiento y pura determinación. Desde los senderos de jungla exuberante hasta la ardua subida al borde del cráter, cada paso de su viaje estuvo lleno de desafíos y momentos inolvidables.
Conoce a los Aventureros
El equipo estaba formado por Meg, una senderista energética lista para afrontar los caminos; Ellen, un espíritu aventurero de Minnesota pero viviendo en España; Roberto, un español lleno de coraje silencioso; y su guía, Awee, cuya experiencia sería su brújula durante este trekking. Cada miembro aportó su propia energía dinámica, pero todos compartían un objetivo común: conquistar el Trekking del Borde del Cráter del Mt. Rinjani.
Un Comienzo Empinado
Su jornada comenzó con entusiasmo y anticipación, iniciando con una empinada subida por un terreno selvático. El camino estaba bien cuidado, aunque la inclinación constante pronto se dejó sentir. Meg, al reflexionar sobre las primeras etapas, encontró el sendero “empinado pero manejable”, mientras que Ellen comentó sobre la belleza de la selva, admitiendo que subestimó lo duro que se pondría el trekking.
Un Almuerzo Bien Merecido
Después de horas de subida, el grupo llegó a la Posición Dos, su lugar para almorzar. Aquí, los porteadores—verdaderos héroes no reconocidos del trekking—ya habían instalado una cocina improvisada y preparado un banquete que rivalizaba con una comida de restaurante. El grupo se maravilló de la variedad de platos: vegetales fritos, arroz, tempeh, galletas y sambal. Los porteadores, muchos de los cuales hacían el trekking en sandalias mientras cargaban hasta 25 kilos, dejaron al grupo asombrado por su fuerza y resistencia.
Entre las Nubes
El sendero pasó de la densa jungla a un paisaje abierto a medida que ascendían. En la Posición Tres, el grupo se encontró caminando entre las nubes, con la visibilidad dando paso a las vistas dramáticas del Mt. Rinjani. El aire se volvió más fresco, el terreno más rocoso, y la realización de su meta se hizo más tangible al ver el borde del cráter cada vez más cerca.
A pesar de su cansancio, la vista de su campamento ubicado al borde del cráter fue un alivio bienvenido. Los porteadores, una vez más, hicieron magia, instalando las tiendas e incluso un área para comer con vistas al impresionante lago del cráter. Roberto, a su manera discreta, resumió la intensidad de la subida con: “Fue duro, pero valió la pena.”
Una Noche de Descanso y Reflexión
Cuando cayó la noche, el equipo disfrutó de una cena de curry verde mientras admiraban la belleza surrealista de una puesta de sol volcánica. Desde su punto de vista, pudieron ver el distante volcán de Bali enmarcado por el sol poniente. Fue un momento de gratitud y asombro, con Meg comentando cómo “estas puestas de sol volcánicas no se parecen a nada que haya visto antes.”
El sueño llegó temprano, aunque no fue fácil para todos. A las 3:30 AM, el equipo ya estaba levantado y preparándose para su próximo desafío: la subida al segundo pico del Mt. Rinjani.
El Empuje Final
El segundo pico no era tan alto como la cima real del Mt. Rinjani, pero aún así representaba un desafío formidable. El sendero era empinado y suelto, con cada paso sintiéndose como una lucha contra la gravedad. El guía del grupo, Awee, garantizó su seguridad, mientras que el equipo seguía adelante, superando el esfuerzo físico y mental.
Lamentablemente, Meg y Ellen tuvieron que dar la vuelta debido a una pequeña lesión, lo que refleja su sabiduría al escuchar a sus cuerpos. Roberto y el guía siguieron adelante, alcanzando el segundo pico justo cuando el sol comenzaba a salir. La vista era impresionante: un panorama de picos volcánicos y nubes que se extendían hasta el horizonte.
Para Roberto, la cima fue un triunfo de resistencia. “Eso fue, con mucho, el ascenso más técnico que he hecho”, dijo, visiblemente agotado pero exhilarado.
Un Descenso Traicionero
El regreso fue tan desafiante como la subida. El terreno suelto hacía que cada paso fuera arriesgado, y el agotamiento físico del grupo aumentaba la dificultad. Roberto y Meg comentaron humorísticamente sobre sus caídas repetidas, observando cómo incluso los porteadores—todavía en sandalias—hacían que el descenso pareciera fácil.
Una merecida pausa para el almuerzo ofreció un breve respiro antes del último tramo de su caminata. El grupo terminó la jornada empapado por la lluvia, pero llegaron al punto de inicio fatigados pero victoriosos.
Reflexión y Gratitud
Al final del trekking, el grupo no pudo evitar expresar su agradecimiento al equipo de Joe Trekking. Desde las comidas preparadas a la perfección hasta los incansables esfuerzos de los porteadores y guías, cada detalle del viaje fue manejado con cuidado y profesionalismo.
“Este fue el trekking más desafiante que he hecho, pero valió cada paso”, dijo Ellen. “Las vistas, el trabajo en equipo y el apoyo del equipo de Joe Trekking lo hicieron inolvidable.”
El Llamado de la Montaña
Aunque la subida los puso a prueba hasta sus límites, el equipo dejó el Mt. Rinjani con una sensación de logro y un respeto renovado por el poder de la naturaleza. Los recuerdos de las vistas impresionantes, la camaradería compartida en el sendero y el triunfo de alcanzar la cima quedarán sin duda como una de las aventuras más significativas de sus vidas.
Para quienes estén considerando hacer el trekking al Mt. Rinjani, el consejo del equipo es simple: “Prepárate, confía en tus guías y abraza el desafío. La montaña te recompensará de maneras que no puedes imaginar.”
Enlaces
www.youtube.com/@thetravelcoaches
www.ourbigjourney.com/mount-rinjani-second-summit