La Aventura de Emily en el Monte Rinjani: Todo lo que Necesitas Saber

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Inspired?

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Durante años, esta escaladora había llamado hogar a la isla de Lombok, observando la imponente presencia del Monte Rinjani. Sin embargo, la vida tenía una manera de retrasar los planes. Terremotos, inundaciones y el ajetreo de la vida cotidiana significaban que el sueño de estar en la cima del segundo volcán más alto de Indonesia siempre quedaba en espera. Pero cuando su mejor amiga Zoe vino a visitarla y se acercaba un cumpleaños, el momento parecía perfecto. Con otra amiga, Kat, uniéndose al grupo, el plan estaba trazado: intentarían el Trekking al Cumbre del Monte Rinjani 2D/1N.

Día 1: Comienza la Aventura

El trío comenzó su aventura con un viaje en taxi desde Kuta hasta Senaru, eligiendo un coche privado en lugar del transporte compartido. El trayecto, que duró de dos a tres horas, pasó volando mientras el grupo disfrutaba de los paisajes cautivadores de Lombok. Habían reservado su trekking a través de una agencia de tours que ofrecía una estancia en casa la noche anterior al ascenso, transporte, guías, porteadores y comidas.

Antes de instalarse por la noche, el grupo exploró las cercanas cascadas de Sendang Gile y Tiu Kelep. Las cascadas eran impresionantes, cayendo en piscinas cristalinas. Optar por explorar por su cuenta les ahorró tarifas de tours innecesarias y se deleitaron con la facilidad de acceso desde su casa de huéspedes. Las chanclas fueron una opción práctica, ya que algunos caminos requerían caminar a través del agua.

Esa noche, los escaladores asistieron a una charla informativa, alquilaron el equipo esencial como botas de senderismo, chaquetas a prueba de viento y bastones de trekking, y se abastecieron de sobres de hidratación y bocadillos. Se rieron de sus alquileres desparejos, pero estaban agradecidos por el calor extra y el equipo.

Día 2: El Ascenso al Campo Base

El segundo día comenzó temprano con un desayuno y un chequeo médico para asegurarse de que el grupo estuviera listo para la escalada. Con la adrenalina a tope, comenzaron el ascenso hacia el Monte Rinjani, con el camino subiendo gradualmente a través de la vegetación exuberante.

La caminata de siete horas hasta el campo base del cráter fue desafiante, pero estuvo llena de vistas impresionantes. De un lado, las nubes se deslizaban sobre las crestas; del otro, el lago brillante abrazaba el volcán joven, el Monte Barujari.

Los porteadores dejaron una impresión duradera, llevando cargas pesadas de comida, agua y equipo de campamento con una facilidad que desafiaba sus pies calzados con chanclas. Su fuerza y su actitud alegre elevaron el ánimo de los escaladores mientras subían por los empinados senderos. Para cuando llegaron al campo base, el grupo estaba listo para colapsar, pero no pudieron resistir la tentación de ver el atardecer sobre el cráter.

Cuando cayó la oscuridad, los escaladores se acurrucaron en sus tiendas de campaña, poniéndose todas las capas que tenían para combatir el frío. A pesar del cansancio, el sueño resultó elusivo debido a la ruidosa actividad afuera de sus tiendas.

Día 3: El Empuje hacia la Cumbre

A las 2 a.m., los escaladores salieron de sus tiendas, abrigados contra el frío y armados con bocadillos y café. El sendero adelante era un mar de luces, ya que las linternas frontales de otros escaladores iluminaban el oscuro camino.

El ascenso de tres horas hasta la cumbre fue la parte más agotadora del viaje. La arena volcánica hacía que cada paso se sintiera como dos pasos hacia atrás. A medida que la inclinación aumentaba, las dudas comenzaron a aparecer, pero la determinación los empujó hacia adelante. La promesa del amanecer en la cumbre los mantenía en marcha.

Finalmente, llegaron a la cumbre justo cuando los primeros rayos del amanecer iluminaban el horizonte. Hacía mucho frío, pero la vista valió cada lucha. Al mirar la isla y el cráter, los escaladores sintieron una profunda sensación de logro. Posaron para fotos con el cartel de la cumbre, saboreando el momento antes de comenzar el descenso.

El Largo Descenso

El descenso al campo base, aunque más rápido, trajo sus propios desafíos. Deslizarse por las pendientes de arena se sentía como esquiar, pero requería una navegación cuidadosa para evitar resbalones y caídas. Las impresionantes vistas del lago del cráter y el Monte Barujari ofrecieron distracciones bienvenidas del cansancio.

De vuelta en el campo base, los escaladores tomaron un descanso muy necesario, reflexionando sobre su triunfo en la cumbre antes de comenzar la caminata de regreso al punto de inicio. El descenso fue resbaladizo, y sus piernas cansadas luchaban por mantener el ritmo. A pesar del desgaste físico, sintieron un sentido de camaradería y gratitud por sus guías y porteadores.

Reflexiones Finales

Los escaladores terminaron su viaje de regreso en Kuta, cansados pero exaltados. Devolvieron una generosa propina a sus guías y porteadores, reconociendo el esfuerzo extraordinario que se había hecho para que su trekking fuera posible.

Mirando atrás, la experiencia de escalar el Monte Rinjani fue transformadora. Fue más difícil de lo que imaginaron, especialmente el último empuje hacia la cumbre, pero también más gratificante. La sensación de logro, las vistas impresionantes y el vínculo que formaron como grupo hicieron que cada paso valiera la pena.

Para cualquiera que esté considerando hacer el trekking al Monte Rinjani, ofrecieron un consejo simple: empaca ligero pero inteligente, mantente hidratado y toma descansos cuando sea necesario. La escalada es difícil, pero con determinación y preparación, es una aventura que deja una marca indeleble en el alma.

Mientras desempacaban en casa, no podían evitar sonreír, sabiendo que habían conquistado uno de los mayores desafíos de Lombok.

Enlaces

www.youtube.com/@EmilyinLombok