Dos Días en el Monte Rinjani: El Viaje de Florence al Segundo Pico

Ready to Go?

Florence, una ávida viajera y escritora detrás de Reporter on the Road, se aventuró en un trekking que cambió su vida al subir el Monte Rinjani durante su visita de 10 días a Lombok. Conocido por su belleza escarpada y su significado espiritual, el trekking en Rinjani desafió sus límites mientras le regalaba vistas impresionantes e inolvidables recuerdos.

Aquí está la historia de cómo Florence se enfrentó al Crater Rim Trek, culminando con una subida al amanecer al Monte Sangkareang, el Segundo Pico del volcán a 3,126 metros.

La Subida al Crater Rim

La aventura comenzó en Senaru, un pequeño pueblo ubicado al pie del Monte Rinjani. Levantándose al amanecer, Florence se alimentó con un desayuno abundante antes de encontrarse con su guía, Lim, y los dos porteadores que transportaban el equipo del grupo. Se dirigían al Crater Rim a 2,641 metros, la primera parada en este trekking de 2 días / 1 noche al Pico de Rinjani.

Con solo una pequeña mochila que contenía ropa abrigada y agua, Florence y su grupo comenzaron el ascenso. El viaje se dividió en cuatro secciones, cada una marcada por un punto de control “POS” donde los excursionistas podían descansar. Las dos primeras etapas fueron empinadas pero manejables, con vegetación exuberante y senderos sombreados que ofrecían algo de alivio del calor. Sin embargo, para POS-3, Florence comenzó a sentir el peso de la subida a medida que el sendero se volvía más empinado y el aire más delgado.

El último tramo fue el más difícil. El sendero se convirtió en una pendiente implacable que exigió todo su esfuerzo. Sin embargo, Florence continuó, inspirada por la camaradería de los demás excursionistas y la promesa de las vistas que aguardaban en la cima.

Después de 6.5 horas, llegaron al Crater Rim. Las nubes oscurecían gran parte del paisaje, pero Florence podía percibir la vasta extensión de la caldera más allá. Las tiendas de campaña estaban instaladas a lo largo del borde, y el grupo se acomodó para descansar. Cuando cayó la noche, la temperatura descendió drásticamente, obligando a todos a agruparse alrededor de una fogata. Aunque el tan esperado atardecer permaneció oculto tras las nubes, Florence mantuvo la esperanza de cielos despejados al amanecer.

Una Noche Congelante Bajo las Estrellas

A medida que el sol se sumergía en el horizonte, el frío se intensificó. Avestida con cada prenda de ropa que tenía, Florence se preparó para una noche sin dormir. Se tumbó en su tienda, escuchando el viento susurrar contra la delgada tela, con su emoción por la subida al pico luchando contra la fatiga en su cuerpo.

A las 3 a.m., Lim despertó suavemente al grupo con una taza de café humeante. Al salir de la tienda, Florence fue recibida por un cielo estrellado y el débil contorno de la imponente cima del Monte Rinjani. Fue un momento surrealista que avivó su determinación mientras se ponían las linternas frontales y comenzaban la subida.

Amanecer en el Segundo Pico

El trekking al Segundo Pico fue algo que Florence nunca había experimentado. En la oscuridad, el camino estaba sin marcar y era peligroso, lo que requería una fe ciega en la experiencia de Lim. Con cada paso, sentía los efectos de la altitud, el aire más delgado hacía que sus piernas se sintieran más pesadas y sus respiraciones fueran más dificultosas. Sin embargo, siguió adelante, bloqueando el frío y la fatiga.

Después de dos arduas horas, llegaron a la cima. De pie a 3,126 metros, Florence sintió una ola de emociones: agotamiento, orgullo y asombro. Ante ella se extendía un panorama de 360 grados de Lombok, el Monte Agung de Bali y las islas circundantes, todo bañado en los suaves tonos del amanecer. Lim encendió un pequeño fuego para alejar el frío matutino, y el grupo se reunió, disfrutando de la magia del momento.

A medida que el sol subía más alto, el paisaje se revelaba en todo su esplendor. La caldera abajo, con su lago turquesa y su cono volcánico, era una vista que Florence nunca olvidaría. Fue una recompensa indescriptible por las dificultades de la subida.

El Viaje de Regreso


Al descender de día, Florence se maravilló de la belleza que había perdido durante la caminata nocturna. El sendero serpenteaba a través de la vegetación exuberante y afloramientos rocosos, ofreciendo nuevas perspectivas de la caldera y las islas circundantes. Regresaron al Crater Rim para el desayuno, donde los cielos despejados finalmente brindaron las vistas que habían esperado la noche anterior.

El descenso hacia Senaru fue físicamente exigente de una manera diferente, con las empinadas pendientes afectando las rodillas de Florence. Sin embargo, la satisfacción de completar el trekking mantenía su espíritu elevado. A mediodía, llegaron al pueblo, cansados pero triunfantes.

Reflexiones sobre la experiencia

Florence describió el trekking de 2 días / 1 noche al Pico de Rinjani como una de las aventuras más intensas de su vida. Las exigencias físicas fueron desafiantes, pero las recompensas emocionales y visuales superaron con creces las dificultades. De pie en la cima, rodeada por la belleza de Lombok y más allá, sintió una abrumadora sensación de logro.

Este trekking, dijo, no solo se trataba de conquistar una montaña, sino de descubrir la fuerza dentro de sí misma y conectar con la belleza pura de la naturaleza. Para Florence, el trekking en Rinjani se convirtió en un momento definitorio de su tiempo en Indonesia, un recuerdo que llevaría con ella siempre.

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